Surf Peru
Todo empezó hace unos años con la idea de irnos a Arica (Norte de Chile) a surfear, pero el frío y la masificación de la zona nos fueron echando hacia atrás y animando a un nuevo destino PERU y ECUADOR. El viaje empezó en Lima, la ciudad más caótica que hemos conocido a día de hoy, mucha pobreza, mucha necesidad y peligrosa como todas las ciudades grandes del mundo. Allí nos cojimos un coche y comenzamos hacia el Sur de Lima; sin duda Lima es la zona más consistente de olas de todo Perú; recibe los swells de Hawaii y aunque tardán entre 3 a 5 días en llegar a la costa, cuando llegan le pega de lleno.
Al Sur de Lima, hay un izquierdón largísimo Puerto Viejo, donde tuvimos muy buenas sesiones y miles de olas en toda la zona de Punta Hermosa (Playa Norte, La Isla, Pulpos, Peña Rosa, San Bartolo, Peñascal, Caballeros, Señoritas, Arica…), siendo Pico Alto sin duda su máximo exponente; un “take off” interminable y la ola grande de más fama de Perú. Dentro de Lima La Herradura se lleva la fama, pero necesita mucho mar; es un izquierdón épico, pero cuando rompe no falta nadie a la cita. Miraflores, o la Costa Verde, uno de los distritos ricos de Lima también tiene mil olas divertidas (Waikiki, Agua Dulce…) y es dónde más ambiente surfero hay en toda la zona. Hay que tener mucho cuidado dentro de Lima, pero tampoco tener más paranoia de lo que en realidad es, una ciudad grande, donde vale todo y reina el caos y el puro chabolismo.
No confundiros al ir a Perú pensando que les vais a enseñar algo sobre surf, porque tienen mucha más cultura surfera que en España. A las afueras de Lima hay una de las mejores izquierdas de Perú, Centinela, un sitio mágico, con muy mala fama por la cantidad de atracos con armas que hay. La costa peruana es puro desierto y el viaje puede ser intenso si no tienes claro dónde ir, el desierto de Ancash es mejor pasarle por la noche y merece la pena chequear Bermejo y Playa Grande, pero poco más. Ya en La Libertad empieza lo bueno, Huanchaco es un pueblo bonito dónde las olas son muy divertidas, pero lo bueno bueno está en Chicama (la ola más larga del mundo), Poémape y Pacasmayo. Necesitan mar, pero no tanto como cree la gente. Aunque lo surfeamos de algo menos de 1 metro aquí tienes las olas más largas y perfectas con las que jamás puedas soñar.
Chicama es un sueño y tengo el recuerdo de ver a mi hermano Capi surfear una de las olas más largas que jamás he visto. Más al norte en Lambayaque está Pimentel, pero es mejor seguir rápido, atravesar el desierto de Sechura y llegar a Piura, dónde empiezan los tubos y la diversión. El desierto de Nunura es mágico, pero sin 4×4 ni lo intentes. Las olas de más calidad de Perú están aquí. Lobitos es un caramelo que tiene de todo, giros, tubos, una izquierda mágica dentro de una base militar. Capi y yo tuvimos la suerte de darnos sesiones épicas y solos. Todavía sueño con este sitio. Piscina es otro izquierdón de menos recorrido, pero más potente y sin duda. El Hueco es dónde te la juegas. Baterías es otra buena opción si se masifican estas olas. Cabo Blanco, Panic Point y Órganos son las olas 10 de Peru, tubazos, pero siempre hay mucha gente en el agua y es complicado coger la buena, pero si la coges, puedes hacerte el tubazo de tu vida. Máncora es el mejor sitio para quedarte de esta zona, ambiente surfero y una izquierda divertidísima. Si quieres escapar de la gente sigue subiendo hacia arriba y Zorritos puede ser la voz.
El mar se quedó durante unos días y aprovechamos para hacernos el viaje al Machu Pichu y adentrarnos en la selva, pero un nuevo swell más grande venía y decidimos continuar rumbo a Ecuador. Sin duda, esto ha sido lo mejor del viaje, la gente se sale, es mucho más bonito que Perú y aunque entra algo menos de mar, tuvimos mucha suerte y cogimos las mejores olas del viaje desde el principio. Nos quedamos con la ola de Engabao y el Pelado en la zona de Playas; unas derechitas después de estar casi todo el viaje surfeando izquierdas. Más al norte está la zona de Salinas, con Punta Carnero, Ecuasal, Fae, Shit Bay, la Chocolatera, el Barco, Salinero…y quizás la ola más famosa de Ecuador sea Montañita, una derecha de fama internacional, pero que desgraciadamente está ya super masificada. El pueblo se sale y en carnaval todavía más. Alrededor hay mil olas que merecen la pena chequear, sobre todo La Entrada y la Rinconada.
Subiendo hacia el norte dentro del área de Manta está un izquierdón, San Mateo, y varias playitas. Las carreteras empiezan a empeorar y el tema se va complicando a medida que entras en la región de Esmeralda (la zona olvidada de ecuador) donde la gran mayoría de la población es negra y donde a pesar de la posibilidad de contraer Dengue, Fiebre Amarilla…es la zona más bonita de Ecuador, paisajes increíbles, la gente es maravillosa y música por todos lados; menudas risas con el perreo y el reggaeton.
Mompiche es la mejor ola de esta zona y sin duda la izquierda más larga que yo he surfeado en toda mi vida. Primera sección tubazo, luego giros, luego goloseo y por último secciones hasta la orilla, un kilómetro y medio de ola que cuando acabas la sesión te tiemblan las piernas. 10 días estuvimos Capi y yo en el paraíso en la tierra; un sitio mágico donde sólo hay que rezar para no cruzarte tiburones y no pisar ninguna raya. Seguimos hacia el norte y casi cruzamos a Colombia (posiblemente próximo destino), pero la falta de tiempo y que teníamos que coger el vuelo de vuelta en Lima nos disuadió y continuamos el viaje hacia abajo parando por los sitios más crema de Ecuador y Perú y siguiendo el carnaval jeje. Un total de 8.000 kms en dos meses, mano a mano con mi brother, al que he visto surfear como nunca y que sin duda cuesta olvidar cuando vuelves a la realidad y a Somo.
Nacho García “Nachete / David García “Capi”